viernes, 6 de marzo de 2009

El Censor (2001, Joaquin Asencio)

El cortometraje definido como el sueño americano a lo cutre. La ley de murphy en su punto álgido, el pardillo de la generación que se agarra a la esperanza de lo único que sabe hacer en su vida, y que tropieza una y otra vez con la cruda realidad.

Está realmente sólo, el españolito de pueblo estereotipado, que es capaz de aprender inglés en un tiempo relativamente corto, pero que, no es capaz de darse a respetar por los que lo rodean, y es más no sabe mirar al frente si no es con la ayuda de alguién.

La clara exposición de la historia, y vida del personaje, hacen que este proyecto audiovisual, produzca una especie de solidaridad con Paco Morales, si mal no recuerdo el nombre del protagonista, una solidaridad que si me apuras, roza la pena.

Una pena producida por las múltiples situaciones en las que se ve envuelto una vez que abandona el orfanato donde se ha criado.

Junto a su amigo, también estereotipado, éste en ligón sesentero y ortero, y tras perder su trabajo en España, viajarán a Nueva York, dónde tendrán la ardua tarea de poner un... piiiiiii... en las palabrotas, uno, y difuminar pechos otro. Pues ni en esto, mantendrá Paco Morales la suerte que parecía acompañarle, una mujer se cruza en su vida, y resulta que, para aumentar su desgracia, será una femme fatal de la epoca, aunque nose si la llamaría más bien, una mujer de vida alegre, que busca la conveniencia y se equivoca.

Pero el problema vendrá cuando todos lo traicionan, cuando ni si quiera su gran amigo, lo apoya, y cuando para colmo, finalizando el relato, y dentro de la moralidad que intenta el personaje mantener durante el discurso, ve como la chica se va con otro, le roban su maleta, y lo empapan de agua estancada levantada por un coche que discurría. Es entonces, cuando llega a su límite, y sólo es capaz de decir..."hijo de puta"... Su vida es un auténtico caos, pero sólo es capaz de decir y reaccionar con esto.

El sabor de boca, que te queda, es amargo, pero, de alguna forma cercano a esos días en los que nada sale bien, es un mal día llevado a la exageración hasta límites insospechables, es una crítica directa, a la no preparación, al factor suerte, y a la fidelidad a uno mismo. Cuando se presentan problemas, muy pocos permanecen para ayudar.

El relato es sencillo, como ya se ha dicho más arriba, y sus diálogos, no juegan un papel importante, dicen más las imágenes, caricaturizadas, y divertidas, presentadas para la burla de este protagonista de corte pintoresco, que creo que ha todos nos ha trasladado algo de él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario